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A veces no es estrés, ni falta de vitaminas, ni un virus estacional. A veces, la razón por la que te levantas cansado, tienes dolores de cabeza recurrentes o esa alergia que no se va, es el lugar donde duermes.

En Behome partimos de una premisa científica: el entorno moldea tu biología. Y, lamentablemente, muchas construcciones modernas han olvidado esta conexión, creando espacios herméticos pero tóxicos.

Hoy hablamos de un fenómeno reconocido por la Organización Mundial de la Salud pero muy poco comentado en el sector inmobiliario: el Síndrome del Edificio Enfermo.

Cuando el enemigo está en casa: ¿Qué es este síndrome?

El Síndrome del Edificio Enfermo (SEE) define un conjunto de molestias y enfermedades originadas por la mala calidad del aire y los materiales de un edificio cerrado.

La clave para identificarlo es sencilla: los síntomas empeoran cuanto más tiempo pasas en el interior (por ejemplo, los fines de semana o por las noches) y mejoran o desaparecen cuando sales al exterior.

No es que tú seas débil; es que tu «refugio» te está agrediendo silenciosamente.

Señales de alerta en tu cuerpo

Tu cuerpo es el mejor sensor de la salud de tu vivienda. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Fatiga crónica y dificultad para concentrarse (comúnmente causada por niveles altos de CO₂).
  • Irritación de ojos, nariz y garganta (sequedad o picor).
  • Dolores de cabeza frecuentes sin causa aparente.
  • Alergias respiratorias o asma que se agravan en casa.
  • Piel seca o irritada.

Los culpables invisibles (que no son solo el polvo)

Solemos culpar a los ácaros, pero en una vivienda convencional existen enemigos mucho más potentes que respiramos sin darnos cuenta:

1. Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs)

Son gases tóxicos que emiten lentamente los materiales sintéticos. Las pinturas plásticas, los barnices de muebles baratos, los suelos laminados y los pegamentos liberan sustancias como el formaldehído durante años.

2. Exceso de CO₂ (Dióxido de Carbono)

En las viviendas modernas con ventanas herméticas (pero sin ventilación mecánica), el aire se «vicia» rápidamente. Dormir en una habitación cerrada puede elevar los niveles de CO₂ a rangos que impiden el descanso regenerativo del cerebro.

3. Iones positivos y electricidad estática

El exceso de materiales sintéticos y aparatos electrónicos crea una carga eléctrica en el ambiente que aumenta el estrés y la fatiga nerviosa.

La solución Behome: Convertir la casa en un pulmón

En Behome no construimos «cajas estancas», creamos ecosistemas vivos. Para combatir el edificio enfermo, aplicamos una tecnología y una selección de materiales que garantizan la pureza del ambiente.

Ventilación de Doble Flujo: Aire filtrado 24/7

Es el corazón de nuestras casas. Instalamos un sistema de ventilación mecánica continua con recuperación de calor.

¿Qué significa esto? Que la casa renueva el aire constantemente sin necesidad de abrir las ventanas (evitando que entre ruido o polución de la calle). El sistema expulsa el aire viciado (CO₂ y tóxicos) e introduce aire fresco, pasándolo previamente por filtros que eliminan polen y partículas. El resultado: respiras aire puro incluso mientras duermes.

Materiales Hipoalergénicos y Naturales

Sustituimos la química por la biología. Utilizamos paneles de madera y paja como base constructiva.

  • Estos materiales no emiten COVs tóxicos.
  • Regulan la humedad de forma natural (higroscopicidad), manteniéndola en el rango óptimo (40-60%) donde virus y bacterias tienen difícil sobrevivir.

Conclusión: Tu salud empieza por lo que respiras

No podemos controlar la contaminación de la ciudad, pero sí podemos controlar la calidad del aire de nuestro santuario.

Vivir en una casa diseñada bajo criterios de salud (PassivHaus y bioconstrucción) no solo elimina los síntomas del edificio enfermo; mejora la calidad de tu sueño y, a largo plazo, protege tu longevidad.

En Behome, creemos que una casa sana es la mejor medicina preventiva que existe.


¿Quieres sentir la diferencia?

Te invitamos a respirar el ambiente de nuestra Casa Francaset. Al entrar, notarás inmediatamente la ausencia de olores químicos y la ligereza del aire. Es una experiencia que tu cuerpo agradecerá al instante.

[Contacta con nosotros para saber más]

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